Contrabandos en Moyano 20

Hace apenas un par de semanas nuestros libros se apostaron en la caseta número 20 de la madrileña Cuesta de Moyano. Una feria histórica y centenaria con casetas perfectamente diseñadas para contener miles de títulos.

La Cuesta del Moyano (oficialmente calle de Claudio Moyano) es una anchísima calle peatonal en la subida al Retiro, entre el Jardín Botánico y la escación de Atocha. Sus enormes árboles dan cobijo a una Feria del Libro que no cierra nunca. Una feria cuyos orígenes enlazan con las viejas ferias medievales de Madrid. Una de ellas, la de Atocha, sobrevivió hasta finales del XIX para ver cómo en la segunda década del siglo XX sus comerciantes especializados en libros se trasladaban al paseo del Prado, junto al Jardín Botánico. Pero como el comercio de libros nunca ha estado muy bien visto, el director del Jardín protestó oficialmente alegando un espectáculo “improcedente y perjudicial para la salud”. La solución de las “autoridades” ya la conocen los madrileños: traslado a la actual cuesta en 1924.

Y ahora, casi un siglo después, allí estaremos nosotros, con un nuevo espectáculo “improcedente y perjudicial” (para algunos). Allí estaremos con libro nuevo, y con libro viejo. Con ejemplares perfectos y otros deteriorados, con taras, con manchas, pero buscando siempre el mismo eje: pensamiento crítico, posicionado para cambiar el mundo.

Objetivo: revolucionar todo lo que necesitemos revolucionar, desde la educación hasta las formas del amor y los géneros, desde la política hasta las mil formas de producción y reproducción social…

Iremos informando de nuestras acciones de toma de la cuesta y la calle. Imaginamos lecturas poéticas, teatro político, encuentros de a dos o cuatro o cinco con autores y autoras y editoras…

Todo ello para hacer, en suma, de nuestro emplazamiento una grieta en el panorama del libro, un refugio de la bibliodiversidad y el pensamiento crítico en el afuera de la dictadura del mercado.

Creemos que la Cuesta de Moyano es el lugar perfecto para ese libro que no pasa, para el tráfico y el contrabando… así que os alentamos a traernos libro revolucionario, panfleto político y propaganda a la Caseta.

¡Vivimos tiempos revolucionarios y nuestras armas son los libros! Solo se trata, para Contrabandos, de acercarlos a la calle, para ir sumando gente a nuestro lado y terminando decantar la balanza del lado de los que vivimos de nuestro trabajo.